Andanzas de La Tuerta

Aguanto la respiración. Intento mover el brazo lo más despacio posible. Aunque me lleve más tiempo, tengo que hacerlo así, lo más despacio posible. Me lo repito mentalmente una y otra vez. Llevo el dedo a la mitad de los prismáticos y, lentamente, giro la rueda hasta que la imagen se vuelve más nítida. Como si fuera consciente de la delicada operación que estoy haciendo, cual cirujano en un quirófano, el zorro me mira desde la distancia. El aire me viene de frente, con lo que es imposible que su delicado olfato haya captado cualquier atisbo de mi presencia. Sin embargo, ahí está. Inmóvil. Mirando hacia donde me encuentro. Mantengo el dedo en la rueda, con el brazo en una postura algo incómoda para mantenerla durante mucho tiempo, pero no quiero darle motivos para que sospeche aún más de que en la sombra de ese amanecer, hay una figura observándole.

La Tuerta, en vivo y en directo

Vídeos de La Tuerta, la protagonista de este artículo, cedidos por su autor, Iván Lizcano. Fueron grabados con técnicas de fototrampeo y, aunque la calidad de la imagen es discreta, tienen un gran valor documental.

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