Aunque no es una especie tan famosa como el jaguar (Panthera onca) o la anaconda (Eunectes murinus), probablemente se mantuvo como uno de los animales más emblemáticos de la Amazonía central y occidental hasta hace un siglo, por su abundancia y por el importante papel que tenía como fuente de alimento y otros recursos para los indígenas.
La tortuga gigante del Amazonas (Podocnemis expansa), llamada “charapa” en Perú, “tartaruga grande” en Brasil, y “arrau” en otros países, habitó por millones en los ríos, lagos y humedales de las cuencas del Amazonas y del Orinoco.
La población local consumía su carne y huevos, a la vez que y usaba su caparazón para elaborar diversas herramientas, como hachas y azuelas. La grasa de sus huevos también llegó a emplearse intensamente como lubricante y para la iluminación doméstica.
Autor: José Álvarez Alonso (pepealvarez58@gmail.com ), ornitólogo leonés, ha trabajado en la Amazonía peruana durante casi treinta años, promoviendo la conservación de la biodiversidad en colaboración con las comunidades locales. Actualmente es director general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente del Perú.
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