El 14 de marzo comenzó el Estado de Alarma y para entonces la pareja llevaba dos semanas incubando. La hembra cumplía a rajatabla con sus tres horas de incubación, mientras que los periodos del macho apenas llegaban a la hora y media. Al principio, cuando un miembro de la pareja sustituía al otro, ambos permanecían unos segundos juntos en el nido. Pero, con el paso de las semanas, el intercambio para incubar se producía sin contacto. Segundos después de que una de las águilas abandonara el nido, llegaba la otra al relevo. El 18 de abril había dos pollos recién nacidos que pedían comida a los adultos. Por desgracia, doce días más tarde sólo quedaba un pollo en el nido. Puede achacarse a un episodio de cainismo o a que quizá el pollo más joven calló del nido o murió en él. Nos perdimos este episodio dramático.