Por Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF
Pese a las dudas existentes sobre la legalidad de las obras, el Gobierno de Aragón, propietario al 50% de la empresa promotora (Aramón), está apostando por una política de hechos consumados, pues las máquinas ya están trabajando y destrozando un entorno tran frágil de alta montaña como es el valle pirenaico de Castanesa.
De hecho, el pasado 24 de septiembre se publicó la orden para expropiar las tierras de los vecinos del valle y poder avanzar en la primera fase de la ampliación de la estación de esquí de Cerler.
Denunciamos que en un momento de profunda crisis sanitaria, social y ecológica se derrochen recursos públicos para destruir los ecosistemas pirenaicos mejor conservados, cuando es el momento de impulsar una salida verde y social a la situación provocada por la COVID–19. Y más en una ampliación de pistas de esquí condenada al fracaso por la falta de nieve debida a la emergencia climática.