Los cultivos cerealistas presentes en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Moratillas-Almela, en Villena (Alicante) acogen las últimas poblaciones valencianas de especies protegidas a nivel autonómico, nacional y europeo, como el sisón, la ganga ibérica y la ortega, además de ser áreas de dispersión de grandes rapaces como el águila real, águila perdicera y águila imperial ibérica.
La Asociación Salvatierra de Villena ha podido comprobar recientemente que en dicho espacio natural, protegido por la legislación europea e incluido en la Red Natura 2000, se está llevando a cabo la roturación de más de 100 hectáreas de cultivos cerealistas de secano para realizar un cambio de cultivo, probablemente almendros en regadío, lo que supondría la pérdida del hábitat objeto de conservación. Estos trabajos agrícolas llevan realizándose desde hace varias semanas, siendo patente la ausencia de seguimiento y vigilancia en la ZEPA por parte de la administración valenciana.
Esta agresión supone la pérdida del 35% de la superficie cerealista de Moratillas y afecta plenamente al área donde se han localizado dos de los últimos machos territoriales de sisón que todavía sobreviven en la provincia de Alicante, donde la especie se encuentra al borde de la extinción debido a la imparable transformación de su hábitat.
Dichos cambios agrícolas se están produciendo sin ningún tipo de regulación por parte de la administración autonómica, que incumple flagrantemente con su obligación de conservar los valores ambientales a pesar de tratarse de acciones que atentan contra los valores biológicos por los que dichos espacios se incluyeron en la Red Natura 2000.
Sin normas de gestión aprobadas
Tras más de 11 años desde que se declarase la protección de la ZEPA Moratillas-Almela y otras con presencia de aves esteparias como Els Alforins (Villena y Fontanars dels Alforins) y Meca-Mugrón-San Benito (Ayora), todos estos espacios han sufrido una pérdida drástica de sus hábitats sin que la administración valenciana haya intervenido de manera significativa. De hecho, las normas de gestión de estos espacios naturales todavía no están aprobadas. Estos instrumentos de gestión son de crucial importancia para evitar el deterioro y la alteración de los hábitats y especies y las alteraciones de las especies que motivaron la inclusión de estas áreas en la Red Natura 2000. A su vez, estas normas incluyen bonificaciones a los propietarios que adoptan medidas agrarias sostenibles y respetuosas con la conservación de dichos ecosistemas, entre otras.
La Asociación Salvatierra ha solicitado a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica que actúe de manera urgente y contundente para proteger a largo plazo estas estepas cerealistas, ya que de seguir la tendencia actual, para cuando se aprueben las normas de gestión de dichas áreas ya se habrán extinguido las especies por las que se protegieron.