En Tarifa (Cádiz) no sólo sobrevive la población de aguilucho cenizo más meridional de Europa. Es además una de las mejor estudiadas, tras casi veinte años de seguimiento, lo que ha hecho posible obtener un gran bagaje de información y experiencia con esta especie. Todo ello gracias al incansable trabajo de un grupo de voluntarios.
Por Miguel González, Pablo Ortega, Manuel Morales, Beatriz Yáñez y Darío Delgado
La población de aguiluchos cenizos (Circus pygargus) más meridional de nuestro continente se ubica en el municipio de Tarifa, concretamente en la campiña de Tahivilla, en los márgenes de la antigua laguna de La Janda.
Al igual que en el resto de las poblaciones de esta especie de las campiñas costeras de Cádiz, sus efectivos fueron muy abundantes antes de la mecanización de la recogida del heno y del cereal. Sin embargo, en las dos últimas décadas su situación ha empeorado drásticamente, hasta llegar al límite de la extinción local con tan sólo dos parejas en 2019.
Esta población puede ser una de las mejor estudiadas de la especie y con más información de toda Europa gracias a 18 años de intenso trabajo realizado por voluntarios del grupo ornitológico Tumbabuey, en colaboración con la Junta de Andalucía.
AUTORES
Miguel González (miguel.gonzalez@tumbabuey.org) es coordinador del proyecto de conservación del aguilucho cenizo llevado a cabo por la asociación Tumbabuey en Tarifa (Cádiz). Participan en esta campaña los ornitólogos y anilladores Pablo Ortega, Manuel Morales y Darío Delgado, así como la bióloga Beatriz Yáñez.