Escondida en la Amazonía ecuatoriana, una pequeña laguna ha mostrado en los últimos años el potencial de la observación de aves como elemento dinamizador no sólo para la conservación de este humedal. La Reserva Biológica Limoncocha es también un ejemplo de implicación activa por parte de la población local y otros actores involucrados.
Por Juan Neira Rivera
La pequeña escala no suele ofrecer resultados espectaculares, pero a cambio posibilita la puesta en marcha de proyectos que ofrecen logros concretos sin necesidad de grandes recursos.
La laguna de Limoncocha se ubica en la parroquia del mismo nombre, en Shushufindi, uno de los principales cantones pertenecientes a la provincia de Sucumbíos, al norte de Ecuador.
Tan sólo con oír la toponimia que nos acerca al lugar ya se adivina la singularidad, con resonancias de realismo mágico, de ese enclave amazónico. El humedal es parte de la Reserva Biológica Limoncocha, que con 4.613 hectáreas es el espacio protegido más pequeño de la Amazonía Norte de Ecuador.
AUTORJuan Neira Rivera (
juan.neirariver@gmail.com), ingeniero en administración turística, ha trabajado para el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica del Ecuador como especialista de la Reserva Biológica Limoncocha. Gracias a una beca de la Fundación BBVA, cursa actualmente el Máster en Espacios Naturales Protegidos (Universidad Autónoma de Madrid, Universidad Complutense, Universidad de Alcalá y Fundación Fernando González Bernáldez).