El año pasado fue descubierto un nido de buitre negro sobre un saliente rocoso de la sierra de Tramuntana, en la isla de Mallorca. Durante la presente temporada de cría ha podido comprobarse el éxito reproductor de la pareja que lo regenta.
Por Xavier Manzano y Francesc Lillo
Con excepción de un viejo artículo aparecido en la revista The Ibis en 1821 (1) y de algunas notas que luego comentaremos, la nidificación sobre roca del buitre negro (Aegypius monachus) no estaba documentada en Mallorca. Esta especie suele construir sus nidos sobre pinos carrascos (Pinus halepensis) en los acantilados costeros de la sierra de Tramuntana, generalmente a gran altura y en lugares muy inaccesibles. No obstante, en la actualidad se conocen y son objeto de seguimiento nidos alejados del litoral y no necesariamente asentados en cortados rocosos, pero siempre sobre pinos. La colonia de Mallorca es la última población insular de buitre negro que existe en el mundo (2).
En el año 2020 se registraron 39 nidos ocupados, con 36 puestas, y volaron un total de 30 pollos, cuatro menos que en 2019. Finalizado ya el seguimiento de la presente temporada de cría, el número de pollos que han salido adelante en 2021 es de 34, similar al de los últimos dos años.
AUTORES
Xavier Manzano Mulet, miembro del GOB y de Greenpeace, trabaja como naturalista en el Servicio de Protección de Especies del Gobierno Balear desde 1987. Ha participado en diversos planes de conservación de flora y fauna, así como en programas de educación ambiental y en campañas de control de especies invasoras.
Francesc Lillo Colomar es agente de medio ambiente del Gobierno Balear desde 1986 y se ocupa del seguimiento y la conservación del buitre negro como coordinador de la Unidad de Flora y Fauna del Servicio de Agentes de Medio Ambiente.