El 8 de noviembre de 2021, arribó un ejemplar exhausto de búho nival (Bubo scandiacus) a la Isla de la Virgen del Mar, muy cerca de la ciudad de Santander. El ave, una hembra joven, fue recogida y llevada a un centro de recuperación de fauna, donde murió al día siguiente, sin que pudieran recuperarla del agotamiento extremo que padecía.
Ante la falta de signos de que hubiera permanecido en cautividad, podía pensarse que se trataba de un ave silvestre, procedente del Ártico americano, que había sido arrastrada al otro lado del Atlántico por condiciones meteorológicas adversas. No obstante, como en otros casos parecidos reseñados en Francia y Gran Bretaña, también llegó a valorarse la posibilidad en un viaje asistido, es decir, que el búho se posara en un barco debido al cansancio y llegara involuntariamente a lugares muy alejados de su destino inicial.
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Manuel Quintana Becerra
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