Por David Romero y otros autores
A nivel mundial, según la Lista Roja de la UICN, el sapo de espuelas (Pelobates cultripes) está considerado en declive y tiene la catalogación de “Vulnerable”. Hace seis años, en el número 359 de Quercus (pág. 90), presentamos la situación de una de las últimas poblaciones conocidas de la especie en la provincia de Málaga, siendo además la única del litoral del mediterráneo andaluz. En concreto, esta población sobrevive en el propio municipio de Málaga, en la finca de La Cizaña, compuesta por tres parcelas y ordenada actualmente con usos urbanizables.
Desde 2015 la parcela oeste ha sido completamente urbanizada y la parcela central, colindante a la que ocupa el sapo de espuelas, se encuentra en fase de promoción y venta urbanística. A pesar de todo, prospecciones realizadas en 2021 con fines académicos han confirmado la continuidad de la especie y su reproducción, constatando la resiliencia que tiene en este peculiar ambiente.
AUTORES
David Romero es doctor en Biología. Francisco Díaz es biólogo e investigador postdoctoral. Antonio-Román Muñoz y Miguel Ángel Farfán son profesores universitarios. Óscar Gavira es biólogo. Raimundo Real es catedrático de Zoología. Todos ellos están vinculados a la Universidad de Málaga.
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