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La importancia de la contingencia histórica y el enfoque ecosistémico

La isla de Sa Dragonera vista desde la costa suroccidental de Mallorca (foto: David Alomar).
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La isla de Sa Dragonera vista desde la costa suroccidental de Mallorca (foto: David Alomar).

Lecciones de conservación tras eliminar las ratas en Sa Dragonera

domingo 27 de febrero de 2022, 20:46h

Analizamos cómo ha evolucionado la flora y la fauna en Sa Dragonera diez años después de que las autoridades ambientales del Gobierno Balear lograran eliminar de la isla ratas, ratones y conejos, tres especies introducidas por el hombre ya sea de forma voluntaria o accidental.

Por Daniel Oro, Yolanda Pueyo, Giacomo Tavecchia, David Alomar y Joan Bauzà

En el invierno del año 2011, el Gobierno Balear consiguió eliminar por completo las ratas (Rattus rattus) en la isla de Sa Dragonera. Con una superficie de 2’88 kilómetros cuadrados es, hasta el momento, la mayor isla mediterránea donde se ha erradicado esta especie invasora. De forma secundaria se eliminaron también otras dos especies alóctonas menos abundantes: el ratón común (Mus musculus) y el conejo (Oryctolagus cuniculus). Las ratas habitan en la mayoría de las islas e islotes de la Región Mediterránea desde hace más de dos milenios y, junto a otras especies asociadas a las colonizaciones humanas, han causado cambios drásticos en la composición de los ecosistemas insulares. Unos ecosistemas normalmente ricos en procesos microevolutivos y que reúnen unas condiciones muy particulares, lo que se traduce, por ejemplo, en un alto porcentaje de endemismos. La lista de especies asociadas a la navegación por el Mediterráneo y el fondeo en islas es larga e incluye tanto introducciones voluntarias como involuntarias. Entre las involuntarias figuran las ratas y los ratones, polizones habituales de las embarcaciones. Entre las voluntarias gatos, comadrejas, ginetas, erizos o martas, destinadas a depredar sobre estos roedores, así como cabras, conejos, ovejas y tortugas terrestres, con el propósito de asegurarse la disponibilidad de alimento en futuros desembarcos. Las ratas pueden alcanzar una alta densidad de población debido a la escasez de depredadores. En Sa Dragonera, por ejemplo, dicha densidad máxima se estimó en unas 50 ratas por hectárea.

AUTORES
Daniel Oro es profesor de investigación en el CSIC y miembro del Laboratorio de Ecología Teórica y Computacional del CEAB (Blanes), donde estudia cómo influyen las interacciones bióticas y abióticas en la demografía y la dinámica de poblaciones.
Yolanda Pueyo Estaún es bióloga, científica titular del CSIC en el grupo Conservación de Ecosistemas y dirige el Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) desde el año 2017.
Giacomo Tavecchia obtuvo su doctorado en la Universidad de Montpellier (Francia) sobre análisis de datos longitudinales y es investigador titular del IMEDEA (CSIC-UIB), donde estudia la evolución de los rasgos vitales y demografía aplicada.
David Alomar Pol, biólogo con formación en gestión de espacios naturales, ha trabajado en diferentes proyectos de ecología y botánica. Colabora con Guillem Alomar Canyelles para verificar el estado de la flora en Sa Dragonera.
Joan Bauzà Llinàs es geógrafo, profesor asociado al Departamento de Geografía de la Universidad de las Islas Baleares y técnico especialista del Servicio de SIG y Teledetección en dicho centro universitario.

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