Por Lucía Soliño, Salvador García, María Victoria Mena, Begoña Ben, Ignacio Munilla y Vicente Piorno
Cuando las especies afectadas por una enfermedad desconocida son abundantes o incluso molestas, es fácil que no lleguen a dispararse las alertas ni se destaque personal para recoger a los animales o tomar muestras, por lo que la causa de su muerte queda sin esclarecer. En este artículo queremos llamar la atención sobre el síndrome parético, una patología de origen todavía controvertido y que está posiblemente detrás de la muerte de miles de gaviotas en España y Portugal, principalmente, patiamarillas (Larus michahellis), sombrías (Larus fuscus) y reidoras (Chroicocephalus ridibundus). Las tres son comunes, como reproductoras o como invernantes, en la fauna ibérica.
Aunque la mayoría de estas gaviotas habitan en su medio natural, una parte convive con el ser humano en zonas urbanizadas, donde causan molestias y dan la sensación de ser más abundantes de lo que en realidad son. Un ejemplo de esta percepción negativa generalizada es considerarlas “ratas con alas”, un calificativo que sin duda no merecen. Lo cierto, sin embargo, es que la abundancia de algunas de estas gaviotas, en especial las del género Larus, viene registrando un descenso continuado en los últimos años. Por este motivo, la gaviota patiamarilla acaba de ser calificada como “Casi Amenazada” en el recién editado Libro Rojo de las aves de España (1).
AUTORES
Lucía Soliño Alonso es licenciada en Biología Marina y especialista en biotoxinas, área en la que centró su doctorado en el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) y su posdoctorado en el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA). Sus investigaciones más recientes son sobre contaminación por microplásticos y metales pesados. Actualmente trabaja en SEO/BirdLife.
Salvador García Barcelona fue activista de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) hasta que en 1998 obtuvo una beca del Instituto Español de Oceanografía en Canarias (IEO). Actualmente estudia las capturas accesorias en las pesquerías de túnidos del Mediterráneo desde la sede del IEO en Málaga.
María Victoria Mena Casero es licenciada en Veterinaria por la Universidad de Murcia y máster en Conservación de la Biodiversidad por la Universidad de Huelva. Desde 2015 ejerce como directora clínica del Centro de Recuperação e Investigação de Animais Selvagens (RIAS), actividad que compagina con su tesis doctoral sobre el síndrome parético en el IREC.
Begoña Ben Gigirey es doctora en Farmacia y licenciada en Tecnología de los Alimentos. Desde 1995 se ha especializado en analizar contaminantes bióticos y abióticos en productos pesqueros. Adscrita al instituto Oceanográfico de Vigo (IEO-CSIC), en 2020-2021 colaboró con el centro de recuperación de fauna silvestre RIAS en el análisis de biotoxinas amnésicas y paralizantes. Actualmente trabaja en el Laboratorio Europeo de Referencia de Biotoxinas Marinas.
Ignacio Munilla Rumbao es biólogo y dedicó su tesis doctoral a la ecología trófica de la gaviota patiamarilla. Actualmente trabaja como consultor independiente en el seguimiento de las poblaciones de aves marinas del Parque Nacional de las islas Atlánticas de Galicia.
Vicente Piorno González es licenciado en Veterinaria y doctor en Biología. Trabaja desde hace casi treinta años para la Xunta de Galicia y es responsable del área de conservación del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, donde coordina el seguimiento de las colonias de aves marinas.