Por el Grupo de Investigación del Agua
La existencia de tablas fluviales asentadas sobre llanuras de inundación era una característica del paisaje de La Mancha hasta mediados del siglo XX, cuando fueron desapareciendo paulatinamente hasta casi su total extinción por el encauzamiento de los ríos y la extracción incontrolada de aguas superficiales y subterráneas. Por otro lado, el aumento de los vertidos de aguas residuales procedentes de los núcleos urbanos ha sido otro factor añadido en la alteración o destrucción de los ecosistemas acuáticos manchegos.
Las aguas residuales de la ciudad de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) han sido un problema recurrente para el río Gigüela, que desemboca en Las Tablas de Daimiel cuando es funcional. Todavía se recuerdan los episodios de contaminación asociados a estos vertidos que asolaron Las Tablas en los años 1989 y 1997. Menos conocido es que en otro lugar de la Mancha Húmeda el desbordamiento de los ríos Gigüela y Záncara originaba una extensa llanura inundable o “tabla” que acabó desapareciendo, aunque puede que no para siempre.
AUTOR
El Grupo de Investigación del Agua está constituido por investigadores y especialistas en diferentes campos de la limnología y el medio ambiente, pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a diversas universidades y diferentes entidades privadas.