El fotógrafo Francisco Contreras Parody, colaborador de Quercus, nos cuenta cómo empezó a interesarse por las aves esteparias y las estuvo fotografiando durante cinco años. Fruto de este trabajo es su colaboración en dos libros recientemente publicados, que ahondan en la biología de estas aves y en los problemas que las acechan.
Texto y fotos: Francisco Contreras Parody
Durante el verano de 2016 me encontraba terminando en la comarca de El Temple (Granada) un proyecto fotográfico sobre varias familias de zorros. Por entonces, cerraba una etapa de tres intensos años de campo y, aún sin saberlo, comenzaba otra. Una tarde de julio, oculto en la sombra de un almiar entre redes de camuflaje y una multitudinaria compañía de moscas, mientras aguardaba la salida de unos zorros en una madriguera, escuché un extraño silbido en el cielo que recorría toda aquella rastrojera. Alcé la mirada y sorprendido descubrí a tres sisones (Tetrax tetrax) que se posaban fuera del alcance de mi objetivo. "El año que viene le dedicaré alguna jornada", me dije. Desde entonces, han sido cinco años dedicado en exclusiva a la fotografía de la biología y comportamiento de estas aves tan especiales.
En la primavera del año siguiente, en esta misma zona del suroeste de la provincia de Granada, me acerqué a las acrobacias de los esbeltos aguiluchos cenizos (Circus pygargus) y al "salto" del sisón. Y así, hasta que llegó el verano y me planteé captar a una de las aves más bellas y esquivas de aquellos paisajes: la ganga ortega (Pterocles orientalis). Apenas seis ejemplares se dejaban ver en las llanuras de esparto, tomillo y aulaga, que iban y venían, sin descubrir nunca su destino final. "¿Cuánto tiempo les quedaría a aquellas aves para desaparecer?", me preguntaba una y otra vez.
Macho de ganga ortega en vuelo, con su característica mancha negra y ocre en la garganta.
Algo más que fotografías
Este es el origen de mi fuerte vinculación con los medios agroesteparios y sus aves: atracción y preocupación a partes iguales. A partir de entonces empecé a recorrer de forma reiterada algunas de las principales áreas esteparias de la Península ibérica. En ocasiones mi coche lo utilicé como hide y en otras me construí pequeños escondites con las oportunas autorizaciones administrativas.
Esta labor ha culminado en dos libros recientemente publicados en los que he tenido la oportunidad de aportar mi trabajo fotográfico con las aves esteparias. Ambas obras recogen la diversidad de especies que atesoran estos medios, sin olvidar a los agricultores y ganaderos, que se convierten sin saberlo en coprotagonistas por su impagable labor en la perpetuación de estos secanos vivos.
Macho de cernícalo primilla con una oruga de la esfinge de las lechetreznas (Hyles euphorbiae) recién capturada.
Uno de ellos es Aves de las agroestepas españolas, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de lujosa edición y que refleja mediante un extenso reportaje de fotografías el ciclo biológico de estas aves. Sus primeras páginas incluyen un exordio del biólogo Miguel Yanes. El otro es Aves de estepas y secanos, presagio de una extinción, publicado por SEO/BirdLife y escrito por Eduardo de Juana, durante muchos años profesor universitario e investigador, de manera que ha podido centrar buena parte de su trabajo en el estudio de las aves esteparias.
MÁS INFORMACIÓN Y PEDIDOS:
Aves de las agroestepas españolas
Aves de estepas y secanos, presagio de una extinción
AUTOR
Francisco Contreras Parody (f.contrerasparody@gmail.com) trabaja como celador forestal en Sierra Nevada. Durante años se ha dedicado a la filmación y fotografía de especies como el lobo, el lince o el zorro, sobre los que ha hecho documentales y exposiciones. En la actualidad, se encuentra inmerso en un proyecto sobre la conservación de las aves esteparias.