Más de 3.000 cajas nido han sido colocadas por la asociación Grefa desde el año 2009, sobre todo en Castilla y León pero también en otras comunidades autónomas, con el objetivo de fomentar las poblaciones reproductoras de rapaces depredadoras de roedores que causan daños a la agricultura, principalmente el topillo campesino.
Por Carlos Cuéllar, Lorena Hernández, Miriam Báscones y Fernando Garcés
En 2022 hemos contabilizado 762 parejas de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), 199 de lechuza común (Tyto alba) y 32 de mochuelo europeo (Athene noctua) ocupando las más de 3.000 cajas nido que desde hace catorce años hemos colocado en varias comunidades autónomas. De todos estos nidales, 1.800 son objeto de seguimiento anual por parte de nuestro equipo en Castilla y León.
En breve prevemos ampliar la cobertura de esta medida con la instalación de otras doscienotas cajas nido en el sur de la provincia de León.
Esta acción se encuadra en el proyecto de control biológico del topillo campesino (Microtus arvalis) de Grefa, que nació como una alternativa que evitase los graves daños al ecosistema y a la biodiversidad derivados de dos métodos que por entonces se aplicaban en Castilla y León contra este roedor y que actualmente están prohibidos: los rodenticidas anticoagulantes y las quemas de vegetación natural.
AUTORES
Carlos Cuéllar (carlos@grefa.org), Lorena Hernández, Miriam Báscones y Fernando Garcés conforman el equipo técnico de Grefa que desarrolla actualmente el proyecto de control biológico del topillo campesino.