El pasado fin de semana más de 2.000 personas se echaron a la calle para protestar contra el proyecto de unión de las estaciones de esquí de Formigal y de Astún a través del valle pirenaico salvaje de la Canal Roya. También educadores ambientales de todo Aragón se manifestaron con el mismo fin, esta vez en Canfranc.
Por Eduardo Viñuales Cobos
Pocos recuerdan una manifestación tan numerosa en Jaca (Huesca). El pasado sábado 15 de abril unas 2.300 personas recorrieron las calles de la ciudad pirenaica para mostrar su rechazo a la unión de las estaciones de esquí de Formigal y de Astún a través del valle salvaje de la Canal Roya, al pie del macizo montañoso del Anayet, en Pirineos.
La marcha tuvo lugar en el propio territorio, protagonizada por las gentes que viven en la montaña para pedir un cambio de modelo de desarrollo que a partir de ahora ya no se base en la destrucción de la naturaleza, el crecimiento insostenible y la especulación urbanística que únicamente favorecen a una entidad bancaria y a unas pocas familias poderosas que quieren dirigir la economía de todos los aragoneses. Una pacífica protesta social en estos tiempos en que la nieve escasea y el cambio climático es una realidad ineludible.
Apoyo de los educadores ambientales
Pero es que esa misma mañana hubo otro hito igualmente muy destacado: en la cercana villa de Canfranc, medio centenar de educadores ambientales de todo Aragón logramos reunir a casi setecientas personas para difundir los valores naturales de la Canal Roya, sin entrar en el valle glaciar, pero paseando por los alrededores de la estación internacional ferroviaria con el fin de despertar el interés por la geología, la botánica, la fauna y el paisaje intacto de esta zona montañosa.
Niños y mayores se reunieron para difundir los valores naturales de la Canal Roya. Aquí los vemos posando delante de la estación de Canfranc (foto: David Ruiz de Gopegui/Ojos Pirenaicos).
Un hito sin precedentes en la historia de la divulgación y la sensibilización ambiental de nuestro país al servicio de la conservación del medio natural, con el único fin de frenar este atentado ecológico que han organizado la Diputación Provincial de Huesca y el Gobierno de Aragón con el visto bueno del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y, para más colmo, usando fondos europeos que deberían de ir expresamente destinados a proyectos de verdadero turismo sostenible.
La protesta llega a Bruselas
El contestado proyecto de unión de estaciones de esquí en el Pirineo Aragonés está ahora mismo empezando a ser tumbado por una inesperada respuesta social que ha surgido en Aragón y en toda España frente a la vergüenza que ya ha alarmado a los eurodiputados de Bruselas. Pese al silencio de los medios de comunicación social de Aragón, esta protesta sí que se ve recogida por periodistas internacionales y ya se ha convertido en una auténtica "bola de nieve" -nunca mejor dicho- que no parará hasta que los gobernantes reconozcan públicamente que este proyecto tan aberrante se ha desechado definitivamente. El siguiente paso tendría que encaminarse a declarar el Parque Natural del Anayet y la Canal Roya, el cual ya debería de haber sido una realidad hace cuarenta años.
El rechazo social al hecho de reventar la Canal Roya con postes, telesillas, líneas eléctricas, desmontes y una carretera de evacuación es hoy por hoy casi una cuestión de Estado en Aragón, un asunto medioambiental que va a terminar pasando factura política en las cercanas elecciones autonómicas de finales del mes de mayo. Pero para poco antes, el día 6 de mayo, la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón ha organizado en Zaragoza capital otra gran manifestación que saldrá de la Glorieta Sasera a las 18 horas y donde se espera que haya un clamor multitudinario que sea definitivo para salvar la Canal Roya y crear el Parque Natural del Anayet.
AUTOR
Eduardo Viñuales Cobos, naturalista y divulgador ambiental, es miembro de la Plataforma para la Defensa de las Montañas de Aragón.