La asociación Coral Soul se ha propuesto proteger las colonias de coral candelabro que habitan en los fondos marinos de la Punta de la Mona, uno de los rincones más biodiversos del Mediterráneo. Los dos años invertidos se han saldado con un rotundo éxito y lo mismo cabe esperar de los tres siguientes.
Por Marina Palacios
El coral candelabro o coral de anís (Dendrophyllia ramea) es una especie emblemática de nuestros fondos atlánticos y mediterráneos, pero muy poco conocida debido a que normalmente se encuentra entre los 40 y los 180 metros de profundidad. Gracias a su crecimiento ramificado y a su gran tamaño, forma arrecifes majestuosos que no pasan desapercibidos a quienes tienen la suerte de contemplarlos, ya que viven junto a cientos de peces, caracolas y pulpos que acuden a ellos para alimentarse, buscar refugio o reproducirse. Los corales son la base del ecosistema y un soporte para la vida.
Además de estar incluido en el Convenio CITES, que regula el comercio de especies silvestres, el coral candelabro ha sido catalogado como "Vulnerable" por la UICN y aparece recogido en el Libro Rojo de los invertebrados de Andalucía. Desgraciadamente, no forma parte del Catálogo nacional de especies amenazadas debido a que la falta de conocimiento ha impedido una base científica que justificara el riesgo que corren sus poblaciones en España.
AUTORA
Marina Palacios Miñambres, directora y cofundadora de Coral Soul, es científica marina y ambientóloga. Sus pasos se han encaminado siempre hacia la conservación de los mares y ha trabajado en varios proyectos sobre corales, tortugas, cetáceos y educación ambiental. Buceadora rebreather y comercial, se ha especializado en la recuperación ecosistémica de corales fríos.
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