Entre las muchas especies que mueren en los parques eólicos no faltan algunas tan emblemáticas y amenazadas como el águila perdicera. El caso de Benedicto es ilustrativo: criado en cautividad en Francia y liberado en Álava con un emisor GPS, ha ido a morir contra las aspas de un parque eólico de la provincia de Zaragoza.
Por José Antonio Pinzolas
En noviembre de 2021 un ejemplar de águila perdicera o de Bonelli (Aquila fasciata) apareció muerta bajo uno de los aerogeneradores del parque eólico "El Campo", perteneciente a Enel Green Power, situado entre las localidades de Mallén y Fréscano (Zaragoza).
La trágica noticia, silenciada por la administración aragonesa, no trascendió a la opinión pública. Pero de nuevo otra águila perdicera ha aparecido muerta en esta misma zona de la comarca del Campo de Borja, donde hay un intenso despliegue de este tipo de industrias mal llamadas verdes. Triste estampa para un ave tan bella y amenazada como el águila perdicera.
En esta ocasión se trataba de un macho inmaduro bautizado como Benedicto, que estaba radiomarcado por el equipo en Álava del proyecto AQUILA a-LIFE, destinado a la recuperación de la especie en el ámbito del Mediterráneo occidental y financiado con fondos económicos europeos.
AUTOR:
José Antonio Pinzolas es portavoz de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar).
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