Cinco de las principales ONG españolas reclaman conjuntamente un plan urgente que salve el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, una zona húmeda de importancia internacional integrante de la Red Natura 2000 y parte fundamental de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda.
Por Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF
Este año se cumple el 50 aniversario de la declaración de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) como parque nacional y la preocupación de las principales organizaciones medioambientales del país por este espacio sigue en aumento, ya que esta emblemática zona húmeda se mantiene desde hace décadas en el peor de los estados de deterioro y de artificialización. Por ello, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España exigen a las administraciones competentes, tanto a nivel estatal como autonómico, que apliquen de inmediato las políticas y medidas a las que les obliga la legislación y los compromisos internacionales.
Consideramos que las Tablas de Daimiel se merecen toda la atención como Doñana y el Mar Menor, y recordamos que, en este espacio manchego se pusieron de manifiesto las graves consecuencias de una gestión errónea del agua y, en concreto, de la sobreexplotación causada por el regadío. Esta situación ha llevado a incluir al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel en la Lista Montreux de Ramsar desde 1990, que registra aquellos humedales donde se han producido o pueden producirse cambios en las características ecológicas como consecuencia del desarrollo tecnológico, la contaminación u otra intervención del ser humano.
Es necesario reducir las extracciones de agua
Entre las medidas que hemos propuesto está la remisión de un escrito a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a la Vicepresidenta Tercera del Gobierno, en el que reclaman la puesta en marcha de un Marco de Actuaciones Prioritarias que pivote sobre el verdadero problema que acucia al humedal: la sobreexplotación de los acuíferos y, en consecuencia, la necesaria reducción de las extracciones de agua para regadío en el acuífero de la Mancha Occidental. Este Marco de Actuaciones Prioritarias debe ser vinculante y estar dotado de presupuesto suficiente para la ejecución de medidas a corto y medio plazo. Sus objetivos principales deben ser la reducción de las presiones, principalmente la sobreexplotación, así como el restablecimiento de la legalidad y la reducción de superficies regadas en todo el Alto Guadiana, incentivando un diferente desarrollo socioeconómico.
Tablas de Daimiel en la zona de acceso para los visitantes, inundada con agua de la Tubería Manchega y de pozos de emergencia (foto: A. Carretero - SEO/BirdLife).
Por otro lado, reclamamos al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, como máximo responsable del parque nacional y de la gestión del agua, una revisión a la baja de las dotaciones de agua para regadío y un plan coordinado y eficaz de control de las extracciones y de clausura de pozos ilegales en el que participen todas las autoridades competentes para garantizar el cumplimiento de la normativa ambiental. Asimismo, consideramos que no se debe poner en marcha el proceso de transferencia del parque nacional a la Comunidad de Castilla-La Mancha hasta que no esté acordado el Marco de Actuaciones Prioritarias que garantice la recuperación ambiental de las Tablas de Daimiel y la reducción decidida del regadío en su zona de influencia.
Pueden perder su condición de espacio natural protegido
En las Tablas de Daimiel deben dejarse a un lado medidas excepcionales y cosméticas, como el trasvase de agua desde el Tajo, que en este momento podría producir una amenaza mayor como la expansión de especies exóticas invasoras, por ejemplo el mejillón cebra (Dreissena polymorpha), como se dijo en el Consejo de Participación de Daimiel y que no hacen sino deteriorar aún más el espacio. Así, ninguna aprobación excepcional debe aceptarse si no está precedida de una reducción del volumen de concesiones de regadío en el momento actual.
Las Tablas de Daimiel pueden perder su condición como espacio natural protegido y que si en un plazo breve no se dan los pasos adecuados para su recuperación natural deberían ser objeto de la declaración de estado de conservación desfavorable que plantea el artículo 22 de la Ley de Parques Nacionales y que implica la intervención de la Administración General del Estado para adoptar "aquellas medidas y acciones indispensables para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la presente ley y la adecuada conservación del parque nacional". La recuperación de las Tablas de Daimiel es más que una obligación legal, debe ser un compromiso moral de toda la sociedad, ya que en estas cinco décadas no se ha frenado su deterioro ni se le ha dado la protección que merece.