Conocer lo que hemos perdido es el primer paso para comprender el valor que tiene lo que aún nos queda. Dos biólogos españoles han evaluado la integridad ecológica de las áreas naturales del planeta a partir de la presencia de dos grupos faunísticos tan relevantes como los megaherbívoros y los carnívoros apicales.
Por Mariola Sánchez-Cerdá y José María Gil-Sánchez
La vida salvaje de la Tierra se enfrenta a un nuevo, rápido y preocupante proceso de desaparición debido al impacto de los seres humanos, evento que ya ha sido definido como la sexta extinción masiva.
El actual y devastador escenario no sólo afecta a la propia biodiversidad per se, entendida como número de especies, sino de igual manera a la capacidad de los ecosistemas para conservar su estructura, funcionalidad y resiliencia. Sin embargo, los procesos ecológicos y evolutivos que los cincelan muchas veces son olvidados o no se les otorga la relevancia que se debería cuando hablamos de biodiversidad.
En un reciente artículo publicado en la revista científica Biological Conservation hemos querido ofrecer una visión global de las áreas terrestres que aún mantienen su integridad ecológica, considerando para ello la presencia de dos grupos ecológicamente claves: megaherbívoros y carnívoros apicales.
AUTORES
Mariola Sánchez-Cerdá y José María Gil-Sánchez (jmgilsanchez@yahoo.es) son biólogos especializados en fauna silvestre que pertenecen a la asociación Harmusch. Sus líneas de trabajo actuales se centran en la demografía y conservación del gato montés en medios mediterráneos y en la ecología y conservación de los carnívoros y los ungulados saharianos.
Recurso adicional:
Tabla con los 45 taxones de megaherbívoros y carnívoros apicales utilizados como referencia en el estudio.