La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir da la razón a una campaña ecologista iniciada hace veinte años al desestimar recientemente un gran proyecto urbanístico en Trebujena (Cádiz), en unas marismas desecadas aledañas al Espacio Natural de Doñana. El siguiente paso debe ser la regeneración ecológica y la protección legal de la zona.
Por Juan Clavero
Hemos recibido con enorme satisfacción la noticia del informe desfavorable vinculante de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, con fecha del pasado 19 de mayo, que condena el macroproyecto urbanístico previsto en Trebujena (Cádiz) por la falta de recursos hídricos y por su ubicación en una zona inundable, al tratarse de unos terrenos que están prácticamente a cota cero.
La empresa Costa Guadalquivir pretendía construir una gigantesca urbanización –con campo de golf, hoteles y trescientas villas de lujo– en unas 230 hectáreas de marismas que se desecaron junto al río Guadalquivir, muy cerca del Espacio Natural de Doñana.
Han sido veinte años de trabajo constante y riguroso de oposición a este despropósito, contra todas las administraciones públicas que lo han venido apoyando sin atender a las fundadas razones de las asociaciones ecologistas.
Ni el Ayuntamiento de Trebujena ni la Junta de Andalucía fueron capaces de responder a las más de ochocientas alegaciones presentadas contra el proyecto en 2019.
AUTOR
Juan Clavero, biólogo y geógrafo, es catedrático de instituto, ya jubilado. Actualmente coordina el área de conservación de la naturaleza de Ecologistas en Acción en Andalucía y cultiva su huerto ecológico en Benamahoma (Cádiz), en pleno Parque Natural Sierra de Grazalema.
Contacto:
Ecologistas en Acción de Cádiz,
cadiz@ ecologistasenaccion.org