El 21 de septiembre, una hembra de lince ibérico (Lynx pardinus) del año murió atropellada en el kilómetro 13 de la carretera N-422, entre las localidades de Mazagón y Huelva. Fue el propio conductor quien dio aviso del atropello. Seis días antes, se encontró el cadáver de otra hembra de la especie, Auriga, de dos años y medio, en la carretera entre Rociana del Condado y Villarrasa. La necropsia confirmó que también fue víctima de un atropello.
Según un balance ofrecido por WWF/Adena, con estas dos bajas se eleva a veinte el número de linces atropellados en Doñana y su entorno desde 2000. Cinco de estos casos se han producido en 2006 (ver Quercus 247, págs. 64 y 65). La población de la especie en esta comarca es inferior al medio centenar de ejemplares.
WWF/Adena ha criticado la pasividad de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Medio Ambiente ante la mortandad de linces por atropellos en Doñana y ha exigido un plan de emergencia para solucionar el problema. Para esta asociación, es imprescindible el soterramiento de tramos o viales especialmente peligrosos, o incluso su desmantelamiento.
“Sería el caso del camino agrícola Villamanrique-El Rocío, convertido en carretera de forma ilegal por la Junta de Andalucía y donde han muerto dos linces”, indica Luis Suárez, responsable de especies de WWF/Adena.
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