La mortandad de alcatraces al quedarse enredados en los restos de redes de pesca y otros materiales plásticos que utilizan para construir los nidos es un problema patente en la colonia de la isla de Helgoland, la única de esta especie en Alemania. Científicos y conservacionistas han dado la voz de alarma y reclaman la búsqueda de soluciones.
Por Frederic Ferrando
Una gran parte de los utensilios de uso diario contienen plástico. Teléfonos, fundas de móvil, macetas, ropa, zapatos, ordenadores y tantos otros. El plástico forma parte de nuestras vidas, pero al ser un material muy poco biodegradable, si no se desecha y recicla correctamente acaba contaminando el medio ambiente.
Según un estudio de la Universidad de Karlsruhe (Alemania), se estima que en 2018 había unos 26 millones de toneladas de basura no controladas, repartidas entre el mar y la tierra. La cantidad de plástico en aguas marinas supone entre el 60% y 80% de todos los restos, aunque en ciertas zonas puede llegar al 90% o 95%.
Todos estos plásticos crean un peligro constante a los animales que habitan el mar, desde cetáceos y peces a tortugas y aves, ya que además de contaminar el agua pueden ser confundidos con comida y acabar siendo ingeridos.
AUTOR:
Frederic Ferrando (fredericferrando@outlook.es) es redactor y fotógrafo de naturaleza. Preocupado por el estado de los océanos, siguió el proyecto sobre los alcatraces de Helgoland capitaneado por Elmar Ballstad, con el fin de dar visibilidad a la amenaza de los plásticos en el mar.