Para salvar un humedal como Doñana o el delta del Llobregat hay que acertar tanto en las causas que hacen necesario actuar como en el modelo de intervención. Pero mientras que en el primer caso la administración de turno no acepta el criterio de los expertos, en el segundo las expectativas de una gestión que no se materializa se sostienen sobre una diagnosis equivocada.
Por José Lascurain
Hago esta comparación para hacer entender que la protección de un humedal solamente es posible cuando existe una gestión basada en la comprensión del funcionamiento de su ciclo hidrogeológico. La cantidad de territorio protegido o incluso la financiación pueden ser irrelevantes si no existe una diagnosis acertada y una estrategia eficiente. Solamente cuando estos elementos sirven de apoyo a un plan de gestión –y hay una administración que lo secunde– puede garantizarse la supervivencia de humedales como Doñana y el delta del Llobregat (Barcelona).
Hace ya más de treinta años Mary Kentula publicó una monografía sobre la restauración de humedales que tenía el objetivo de evitar que los futuros proyectos perdiesen tiempo y energía “reinventando la rueda”. Para ello emplazó a toda la comunidad científica y técnica norteamericana a explicar qué había salido bien, qué mal y cuáles eran las necesidades de conocimiento para mejorar los proyectos de restauración. La conclusión principal de esta publicación era que la creación de un modelo funcional del ciclo hidrogeológico era la pieza clave sobre la cual abordar la restauración de cualquier humedal.
AUTOR:
El biólogo José Lascurain ha realizado proyectos de restauración de dunas y humedales, principalmente en el entorno del delta del Llobregat. Es socio de SEO/BirdLife desde 1971.
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