Los anfibios necesitan disponer de medios acuáticos de cierta extensión y bien conectados para mantener poblaciones saludables. Pero en Doñana las lagunas donde viven son cada vez más escasas, pequeñas y aisladas entre sí, lo que afecta a la diversidad genética de especies como el gallipato y la rana común, según un reciente estudio.
Por Museo Nacional de Ciencias Naturales
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), la Estación Biológica de Doñana (EBD) y la Universidad de Leiden (Países Bajos) han revelado la delicada situación de los anfibios en uno de los humedales más valiosos y, en teoría, mejor protegidos de Europa: el Parque Nacional de Doñana.
Para ello se centraron en dos especies concretas que habitan en sus ecosistemas acuáticos: el gallipato (Pleurodeles waltl) y la rana común (Pelophylax perezi).
Los resultados, publicados en la revista Freshwater Biology, muestran que la diversidad genética de ambas especies depende de las redes de lagunas, que son cada vez más escasas, de menor superficie y están más aisladas entre sí.
Artículo de referencia:
Gregorio Sánchez-Montes y otros autores (2024). Pond area and availability safeguard amphibian genetic diversity across Iberia's largest protected wetland. Freshwater Biology, 69 (7): 917-931.