Aunque en el laboratorio se ha demostrado que el mosquito tigre puede transmitir parásitos sanguíneos a las aves, entre ellos los causantes de la malaria aviar, su influencia puede considerarse baja o incluso irrelevante en condiciones naturales, según un reciente estudio emprendido en las provincias de Granada y Málaga.
Por Marta Garrigós, Jesús Veiga, Manuel Morales-Yuste, Mario Garrido y Josué Martínez de la Puente
El mosquito tigre (Aedes albopictus) se encuentra en clara expansión mundial y figura entre las cien especies invasoras más dañinas; debido, sobre todo, al importante papel que juega como vector de patógenos que afectan a las personas. Nativo del sudeste asiático, actualmente cuenta con poblaciones establecidas en prácticamente todos los continentes, salvo la Antártida. Su éxito se ha visto favorecido por el transporte a gran escala de diversos materiales, caso de los neumáticos usados que acumulan agua y puestas en su interior y de las plantas del bambú de la suerte (Dracaena braunii) importadas con fines ornamentales. A menor escala, el mosquito tigre se beneficia del flujo de personas y mercancías por carretera, pues se ha encontrado, por ejemplo, en el interior de vehículos privados procedentes de Barcelona y otras ciudades. Según los autores del citado estudio, el 0’52% de los 770 vehículos muestreados estarían desplazando ejemplares de mosquito tigre a otros lugares. Un porcentaje aparentemente bajo que cobra importancia cuando consideramos la intensidad del tráfico rodado, de ahí que el número absoluto de mosquitos transportados resulte elevado.
AUTORES:
Marta Garrigós López es investigadora predoctoral en la Estación Biológica de Doñana (EBD), donde estudia la interacción entre los mosquitos, su microbiota y los patógenos que pueden transmitir. Jesús Veiga Neto es investigador postdoctoral Juan de la Cierva en la EBD y se interesa por la ecología del parasitismo en condiciones naturales. Manuel Morales Yuste es profesor en el Departamento de Parasitología de la Universidad de Granada (UGR) y su labor investigadora se centra en los parásitos con relevancia sanitaria. Mario Garrido Escudero es investigador postdoctoral en la UGR, donde estudia la ecología del parasitismo en poblaciones de animales silvestres. Josué Martínez de la Puente es científico titular en la EBD e investiga el papel de los vectores en la transmisión de patógenos en ecosistemas naturales.
Dirección de contacto:
Josué Martínez de la Puente
Estación Biológica de Doñana (CSIC)
jmp@ebd.csic.es