Además de un endemismo ibérico, la liebre de piornal es uno de los vertebrados más desconocidos y misteriosos de la fauna ibérica. Un reciente estudio genético confirma el riesgo de extinción de esta especie única en el mundo y aporta información de gran relevancia sobre su diversidad genética, estructura poblacional e historia evolutiva.
Por Fernando Ballesteros, João Queirós, José Costa, José Mello-Ferreira y Paulo Célio Alves
Sorprendentemente, la liebre de piornal (Lepus castroviejoi) no fue descrita para la ciencia como especie hasta 1976 por el investigador Fernando Palacios, generando dudas y controversia durante muchos años. Con un área de distribución mundial que se restringe a poco más de 8.000 kilómetros cuadrados en la Cordillera Cantábrica, es una especie amenazada que está incluida en la Lista Roja de la UICN como “Vulnerable”, aunque en algunos lugares se considera todavía como objeto de caza.
Con estos antecedentes, resulta curiosa la escasa información que tenemos de muchos aspectos de la biología y la conservación de la liebre de piornal. Sorprende que no haya despertado más interés científico y conservacionista en los últimos años. Por ello, para intentar completar el puzle de la información disponible sobre este endemismo, se ha realizado recientemente un estudio genético a escala de toda su población, basado en muestras no invasivas (excrementos). Este trabajo, realizado por un equipo internacional de investigadores de España, Portugal e Italia, ha sido publicado en la revista Biological Journal of the Linnean Society.
AUTORES:
Fernando Ballesteros, biólogo especializado en la conservación de especies amenazadas, trabajó en la Fundación Oso Pardo desde 2008 y fue colaborador de Quercus. Falleció el 13 de agosto de 2023. Este artículo se publica en su homenaje.
João Queirós, José Costa, José Mello-Ferreira y Paulo Célio Alves trabajan en el Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos (CIBIO) de la Universidad de Oporto, una entidad portuguesa de referencia internacional centrada en la investigación básica y aplicada sobre los tres componentes principales de la biodiversidad: genes, especies y ecosistemas. El CIBIO tiene su sede en el Campus de Vairão (Vila do Conde, Portugal) y está gestionado por la asociación Biopolis. Más en www.biopolis.pt
Nardi López, autor de las fotografías que ilustran este artículo, trabaja como celador de medio ambiente en la Reserva Regional de Mampodre (León). Vive en un pueblo de la montaña central leonesa y su pasión como aficionado a la fotografía de fauna salvaje surge de "la necesidad que tengo de captar la riqueza y diversidad de especies presentes en la Cordillera Cantábrica".
Dirección de contacto:
João Queirós
joao.queiros@cibio.up.pt